19.7.06

18 de JULIO 1936: 70 AÑOS ACUMULANDO RAZONES PARA SU CONDENA.

“En memoria de todas las víctimas del franquismo”

“Había una vez en España una República democrática mejorable, como todas, contra la que un militar llamado Franco dio un golpe de Estado. Como algunos ciudadanos no aceptaron el golpe y decidieron defender el Estado de derecho, hubo una guerra de tres años. La ganó Franco, quien impuso un régimen sin libertades, injusto e ilegítimo, que fue una prolongación de la guerra por otros medios y duró 40 años".

Javier Cercas.

También en este tema, el PP se ha quedado solo. Con total seguridad su actual dirección piensa que estuvo justificado. Recientemente, la exministra Loyola de Palacios, además de otras barbaridades, justifica el golpe de 1936. También se justificaba las declaraciones del General Mena y seguían negando la legitimidad de las últimas elecciones. Por supuesto que también niegan la legitimidad del régimen republicano instaurado en 1931 (en la declaración de año 2006 como año de la Memoria Histórica en los 75 años de la instauración de la república también votaron solos y en contra). Se deben también a la derecha más reaccionaria y a la extrema derecha que nunca le perdonarían esa condena. Cuentan, eso sí, con la aportación importantísima de muchos articulistas, medios y algunos mercenarios de la historia que venden bet-seller, retomando las mismas argumentaciones históricas de la dictadura y de los historiadores de la dictadura.

Son muchas las razones que hacen hoy más que nunca, son ya demasiados años, necesaria la condena de aquel golpe de estado. Son 70 años acumulando razones para esa condena que este año, por fin, se está produciendo.

Al igual que ya hiciera en 2002 el Congreso de los Diputados, aunque de forma tímida y sin mencionarse, el Parlamento europeo, muy recientemente, el 4 de julio, en boca de su presidente, y con el apoyo de todos los grupos, excepto el PP, leía una declaración institucional en reconocimiento de las víctimas y de condena al golpe de estado y a sus responsables. Porque hay muchas razones para su condena, son 70 años acumulando razones. Porque nadie duda ya de que lo que se produjo fue un golpe de estado puro y duro contra un gobierno legítimo y un régimen legitimado por la mayoría en las urnas en unas elecciones libres.

Porque provocó una guerra civil en una parte importante del territorio peninsular y como tal guerra trajo consigo muerte, miseria, hambre, represión y subdesarrollo. Porque implantó un régimen de terror perfectamente organizado y de forma sistemática que no solo buscaba ganar una guerra, sino exterminar a toda una generación de ciudadanos por el solo hecho de no pensar igual que ellos. Con solo leer las arengas y discursos de algunos de los militares responsables es suficiente para comprobar qué perseguían y de qué manera lo conseguirían.

Porque es mentira, como habitualmente se dice, que en los dos bandos se cometieron las mismas barbaridades. Las últimas investigaciones lo van demostrando día a día. Las cifras dadas por el régimen son falsas. Y las nuevas que se barajan dan idea de la magnitud y la crueldad del golpe de estado y del régimen que se instauró: 50.000 personas ejecutados en los diez años siguientes a 1939 y alrededor de 100.000 “rojos” durante la llamada contienda (Julián Casanova). Según las propias fuentes oficiales franquistas, los presos políticos en 1940 eran 270.719 y en 1943 todavía eran 92.477. Según el propio Ministerio de Justicia los presos políticos fallecidos, entre los que se incluían los ejecutados tras un proceso y los muertos en las cárceles, desde abril de 1939 al 30 de junio de 1944 fueron 192.684. A estos datos habría que añadir los miles y miles de desaparecidos. Porque es insólito que en España haya desaparecidos y no pocos. Se habla de 30.000 cuando en solo algunas provincias del sur peninsular se han calculado ya más de 40.000. Porque estos son ejecutados extrajudicialmente, que permanecen en lugares desconocidos y en las muchas fosas comunes repartidas a lo largo de todo el territorio peninsular.

Porque tras la victoria en 1939, se implantó una dictadura militar y personal de corte fascista, que mantuvo durante largos 40 años una cruel represión en todos los ámbitos de la vida cotidiana, abortando un régimen progresista y todas las esperanzas que en él se habían depositado. Porque ha negado la historia a generaciones de españoles y españolas, que no siquiera se atrevían a preguntar por sus familiares, ocultados tras un manto de silencios y de mentiras.

Porque los cientos de miles de víctimas del franquismo, en definitiva, se merecen que toda la ciudadanía, de forma unánime, condene el golpe. Porque frente a la generosidad mostrada por las miles y miles de víctimas del franquismo, aún no han escuchado palabra alguna de arrepentimiento, perdón, reconocimiento o condena por parte de los responsables del golpe, directos o indirectos.

Porque además hay razones de justicia histórica, de deber moral, de moralidad y nos ampara el Derecho Internacional, nos amparan Informes de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional, nos ampara el propio Parlamento europeo, nuestro Congreso de los Diputados, magistrados de solvencia y lejos de sospechas.

Porque definitivamente es necesario cerrar la herida que nunca estuvo cerrada y cicatrizada. Porque sería de agradecer escuchar, aunque fuera tímidamente, algunas palabras de perdón o arrepentimiento de la Iglesia por su apoyo y complicidad, pasiva y activa en demasiadas ocasiones; porque amparó, silenció y ocultó la guerra de exterminio que se estaba produciendo; porque aún hoy, en una demostración de cinismo, como nos tienen acostumbrado, se preguntan dónde estaba Dios ante la masacre de los nazis o ante el accidente de Valencia, ignorando a las víctimas del franquismo o la fosa común de Valencia donde se encuentran alrededor de 30.000 personas.

Y se agradecería por parte de las víctimas y de sus familiares, alguna palabra de reconocimiento de las más altas jerarquías del ejército hacia los militares que permanecieron leales al régimen legítimo y que fueron condenados (la justicia al revés) por su adhesión a la rebelión militar. Y, aunque quizás políticamente no suene a muy correcto, también de la más superior de nuestras instituciones, como es la monarquía, que es de todos los españoles, también de las víctimas, sería de agradecer escuchar alguna mención o palabra de reconocimiento.

Porque, en definitiva, ya es hora. Han sido 70 años acumulando razones.












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